El comercio es una de las actividades fundamentales y representa uno de los mayores porcentajes de ocupación del mercado de trabajo, el 14% de la población activa, conformando, además, el 12,5 del PIB (Producto Interior Bruto) del Estado.

La actividad comercial ha trascendido la visión clásica y, en la actualidad, todas las empresas necesitan promover sus productos para interesar a los distintos mercados. Si antes únicamente se vendían mercaderías, en la actualidad, además, se promueven activos financieros, seguros, servicios de consultoría o productos tecnológicos.

Por tanto, independientemente del tipo de producto y de establecimiento, la figura que desarrolla esta actividad, el dependiente de comercio, el promotor comercial, el agente comercial, etc., ha configurado un perfil profesional totalmente especializado que en la actualidad debe ser capaz de desarrollar las competencias que le son propias para atender las exigencias del sector.

Este curso está adaptado al Certificado de Profesionalidad que lleva el mismo nombre, desarrollado por el Real Decreto 1377/2008, de 1 de agosto.