Todos envejecemos, y nuestros compañeros peludos no son una excepción. Muchos de nosotros hemos sido o somos propietarios de un perro que ya podemos llamar “viejo”.
La vejez en los perros empieza alrededor de los 8-10 años, pero no hay una fecha exacta y depende mucho de cada raza. Los animales de pequeño tamaño envejecen más lentamente, llegando algunos individuos a los 20 años. Por otro lado, las razas gigantes envejecen muy rápido, algunas de ellas llegando a morir alrededor de los 9 o 10 años de edad.
Así pues, el periodo “geriátrico” puede variar mucho entre animales, pero todos los animales suelen mostrar algunos cambios: se mueven menos, duermen más, puede que sus hábitos alimentarios cambien, a veces no pueden subir al sofá o al coche (cuando antes lo hacían) y algunos se quejan si les tocamos la espalda o las patas.
Como propietarios, debemos intentar facilitar la vida de nuestros perros viejos con una serie de sencillas pautas:
- Realizar un chequeo veterinario anual (revisión física completa y analítica sanguínea como mínimo) para detectar posibles enfermedades a tiempo.
- Adaptar su alimentación: existen piensos para geriátricos; si no le gustan, debemos administrar una dieta equilibrada y fácil de masticar en el caso que tenga problemas en los dientes o encías.
- Adaptar los paseos: el ejercicio es indispensable para mantener el peso adecuado y para la salud en general, y en concreto para la salud articular. Si nuestro perro ya no tolera paseos muy largos, deberemos reducir el tiempo pero pasearle más a menudo. Podemos pasear por distintas superficies, siempre y cuando sean estables para que no se caiga.
- Adaptar su espacio vital: si el suelo de casa resbala, pondremos algún tipo de dispositivo adherente para que se sienta seguro al moverse. Si hay escaleras, pondremos su cama y sus comederos en el mismo nivel del habitáculo para evitarle subir y bajar escaleras. Retiraremos obstáculos de sus caminos de paso habituales, sobretodo en perros con mala visión.
- Mantener una buena higiene: algunos animales viejos tienen incontinencia y a veces se ensucian; el cepillado diario, el control de uñas y el baño mensual con agua calentita se vuelven imprescindibles.
- Mantener su confort térmico: en verano, asegurarse que puede tumbarse en un lugar sombreado y fresquito; en invierno, ponerle mantas y permitirle estar cerca de fuentes de calor. En épocas lluviosas, es interesante ponerle chubasquero durante el paseo para evitar que se moje.
Y sobre todo, darle mucho cariño y muchos mimos, porque aunque sean viejos, siguen necesitando toda nuestra atención y amor.
Estas son algunas de las recomendaciones básicas, ¡esperamos que ayuden algunos de nuestros viejitos!

Profesora Veterinaria de Campus Superior.
Ademas de todo esto, los perritos tambien le salen algunas enfermedades como a los humanos, como en el caso de los tumores. Tuve un perro que le paso eso y fallecio. y el perro que me quedo, le salio una pelota arriba en el cuello… pobrecitos